"ESCUELA DE COCINA Y POSTRES  JOAN VILLARÓ"
     =V I V E N C I A S  G A S T R O N Ó M I C A S=
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UN MES DE AGOSTO DEL AÑO 70
Hoy es un lunes, del mes de Agosto del año 1970. Es nuestro dÃa de fiesta en el restaurante, Gloria mi ayudanta, también me acompaña en el coche, mi Simca 1000 Rallye con las ruedas de atrás abiertas cuyos neumáticos siempre suelen gastarse más de un lado que otro debido a esta posición, eso si, quizás tienen por tanto, más agarre en la carretera. El aspecto deportivo se destaca de otros automóviles . Me apasionan los coches y ya que trabajamos duro, al menos, que podamos disfrutar haciendo kilómetros visitando diversos sitios, hacer buenas fotografÃas, ir a reconocidos restaurantes y ser nosotros los servidos, en vez de ser los servidores.
 Recomendado por el chef de cocina, nos dirigimos por una carretera abrupta y llena de piedras las cuales cubren los baches que encontramos por el camino, ya están bien puestas y no sobresalen del pavimento. Media hora más, y estamos frente a la masÃa restaurante, cuyos arboles altÃsimos sobresalen por la parte de atrás con sus ramas moviéndose al son del viento y meciéndose al igual que un bebé en su cuna. Una pequeña laguna muy bien cuidada, se divisa a nuestra izquierda con un letrero bien visible que dice PROHIBIDO BAÑARSE, eso es lo que le indico a Gloria cuando me dice que le gustarÃa poner los pies en ella. En una de las ramas de un árbol un precioso pájaro con plumas multicolores nos observa con detenimiento. Alrededor de la mansión y al lado opuesto del agua, varios coches casi llenan el aparcamiento. Recreo mi mirada pensando donde dejaré mi coche amarillo chillón el cual hace juego dirÃa yo, con el color verde claro  de la fachada del hotel restaurante de alta montaña. Un color, que al principio parece chocante pero que después te das cuenta de que se integra perfectamente al lugar dando originalidad al mismo, al igual que yo hago muchas veces cuando confecciono un plato de mi propia cosecha, y es que pensad amigos y amigas, que si los demás han inventado, nosotros también debemos hacerlo. El mundo de la cocina es inacabable como el horizonte que se divisa ante nosotros en estos momentos.
PECHUGAS DE POLLO AL VINO TINTO Y PERFUME DE MELOCOTÓN.
Freiremos 8 pechugas de pollo salpimentadas. Pasados ocho minutos, les añadiremos 2 puerros medianos bien picaditos . Cuando estén doraditos, les agregaremos 5 dientes de ajo a láminas finas. Los freiremos diez segundos escasos. Incorporaremos 1/4 de litro de vino de calidad y lo  dejaremos reducir a la mitad. Ahora, aparte y en el vaso del turmix, pondremos, 5  melocotones en almÃbar, 1 cucharada de pistachos, 1 de almendras 4 rebanadas finas de pan frito junto con 3 vasos grandes de caldo de pollo ya colado que habremos hecho aparte. Lo trituraremos todo y arreglaremos de sal. Cubriremos con la mezcla triturada, el pollo y dejaremos hervir cinco minutos más arreglándolo de sal. Si falta caldo, añadiremos mas. Tiene que quedarnos con una textura cremosita pero no muy espesa.
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