Pablo hace una débil sonrisa de pícaro cuando le pregunto que tal ha pasado la noche con Laura, una de las camareras del gran hotel del centro donde prestamos nuestros servicios, el, como ayudante mío dentro la función que desempeño como segundo cocinero. Además de los cuatro componentes que pernoctamos en la gran habitación y que hoy desayunan en el bar de la calle contigua. . Como no durmió en su cama, pensé que si lo había hecho en la habitación de ella situada en la zona quinta como así se llama el último pasillo de la misma planta donde dormimos la mitad del personal. Hoy, seguramente que ya volverá a estar espeso a la hora de desarrollar su trabajo, puesto que siempre que hace una escapada en la habitación de su amiguita se le nota en la cara y en los hechos. Aquella sonrisa que me hace puede interpretarse de diferentes formas. –-PABLO, HABER SI HOY TRABAJAS CON EL MISMO AFÁN Y EMPEÑO QUE LA SEMANA PASADA, YA QUE CUANDO ESTAS PRÁCTICAMENTE SIN DORMIR, LOS DOS PARECÉIS TORTUGAS A LA HORA DE TRABAJAR, CADA UNO EN SU COMETIDO, ELLA SIRVIENDO MESAS Y QUE EL MAITRE SIEMPRE LE REPROCHA DEBIDO A SU EXAGERADA LENTITUD Y TU, COMO AYUDANTE MIO QUE DEBES EVITAR LAS BRONCAS QUE TE HACE EL CHEF SEÑOR RAMIRO CADA VEZ QUE PASAS LA NOCHE EN BLANCO Y QUE SIEMPRE VAS BAJO MÍNIMOS A LA HORA DE HACER TU TRABAJO- Así se lo dije medio en broma medio en serio y es que en la vida privada, que cada uno haga lo que le de en gana, pero a la hora de trabajar, se tiene que estar siempre a la altura de los demás. Esto es lo que hoy en dia, inculco siempre a los casi cien alumnos de mi escuela de cocina los cuales muchos leen mis vivencias de años atrás como lo está siendo la de hoy. Y ahora, retomando el hilo, el cocinero Joaquin también escucha nuestra conversación el cual me mira mientras mueve afirmativamente la cabeza como dándome la razón al mismo tiempo que da pequeños golpecitos en el extremo del sofá al ritmo de la música de su radio antes de bajar todos, a la cocina para empezar nuestra jornada laboral.
Y hoy……
BISTECS EMPANADOS CON SORPRESA
Salpimentaremos 8 bistecs de ternera muy finos los cuales untaremos ligeramente con mantequilla.
En un cazo, trituraremos bien 8 cuchararadas de judías, 2 de jamón del pais muy picado, 2 de almendras, 1 de pasas de Corinto, estas sin triturar y 1 huevo batido. Encima de cuatro de los filetes depositaremos esta mezcla y cubriremos con los otros cuatro restantes. Presionaremos bien y los pasaremos por harina, huevo batido y pan rallado. Se fríen en aceite bien caliente.
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