Las bajas temperaturas del invierno obligan a elaborar una gran variedad de sopas con energÃa suficiente para combatir el frÃo
La cultura gastronómica de Lituania comparte muchas caracterÃsticas con la comida polaca y la alemana. Lituanos y alemanes, por ejemplo, comparten platos donde la carne de cerdo y las patatas son los ingredientes principales. Asà pues, destacan platos como el kugelis, un pudin de patata, o las salchichas de patata llamadas vedarai. Además, la cocina de Lituania también se ve influenciada por la gastronomÃa de origen turco, debido a las costumbres que introdujeron los mercenarios de ese paÃs, llamados Karaites, y sus descendientes. De los Karaites se mantienen platos como los kibinai, una masa de hojaldre rellena de carne. Estos platos son sólo algunos ejemplos de las delicias que se sirven en Lituania.
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Las bajas temperaturas invernales que se dan en el norte de Europa condicionan los platos que se consumen durante esos meses. Para calmar el frÃo suelen acompañar las comidas con sopas de diferentes clases, en su mayorÃa acompañadas de patata o de cereales diversos, que aportan energÃa suficiente para combatir el frÃo. En concreto, la sopa lituana se elabora con patatas, apio, tocino y crema de leche.
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En la mayorÃa de los platos lituanos se incluyen productos cultivados en sus tierras, especialmente las patatas, la cebada y el centeno. Uno de ellos es el cepelinai, una bola de patata cocida rellena de un sofrito de carne, queso y champiñones y acompañada de una salsa de cebolla, bacón y mantequilla. Otro plato que se consume con frecuencia es el vertiniai, una especie de ravioles rellenos de patata y queso.
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La lista de platos que ofrecen las regiones lituanas no termina con las patatas y los cereales. El viajero que visita las regiones bálticas no deberÃa dejar el paÃs sin probar el balandelai. En esta elaboración destacan las hojas de col enrolladas, rellenas de carne y cubiertas con una salsa muy caracterÃstica que se confecciona con diferentes vegetales.
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Los pescados y el marisco también se presentan como alimentos habituales en la alimentación de los lituanos, sobre todo si se habla del salmón, el arenque o los mejillones. De todos ellos las variedades mejor aceptadas son los ahumados. Por lo general suelen ir acompañados de patatas o de champiñones en cualquiera de sus formas.
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El queso tampoco falta, sobretodo para tomar como aperitivo en forma de kepta duona, unos panecillos fritos untados con una exquisita salsa de ajo.
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Los licores de alta graduación también tienen cabida en Lituania. El más destacado es el midus, un tipo de aguardiente obtenido a partir de la miel que suele acompañar al café después de las comidas. Otra bebida que también se elabora con miel es el stakliskes, un licor algo más suave y dulce que el midus.
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