Si has conseguido morcillas, decide cómo quieres prepararla. Como la morcilla ya debería estar cocida al comprarla, simplemente tendrás que recalentarla. Para conseguir un sabor intenso y una textura crujiente, corta la morcilla en rodajas y fríela en un poco de aceite hasta que se dore por ambos lados. Si prefieres dejar las salchichas en tiras, caliéntalas en agua hirviendo a fuego lento antes de cortarlas y servirlas. Para otro método fácil, corta las salchichas en rodajas y ásalas con un poco de mostaza hasta que se doren.
Ingredientes
Morcilla frita con patatas[1]
4 morcillas
4 patatas medianas peladas
3 cucharadas (44 ml) de aceite de oliva
1 cucharadita (2 g) de pimentón
1/2 cucharadita (3 g) de sal kosher
Pimienta negra recién molida, al gusto
Rinde 4 porciones
Morcilla cocida a fuego lento
1 libra (0,45 kg) de morcillas como blutwurst o morcilla
Rinde 1 libra (0,45 kg) de morcilla
Morcilla asada con verduras[2]
1 libra (0,45 kg) de morcillas
2 cucharadas (30 g) de mostaza de grano grueso
Varios puñados de berros frescos, sin tallo
1 a 2 cucharadas (15 a 30 ml) de aceite de sésamo, dividido
Sal y pimienta negra, al gusto
Rinde 4 porciones
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