170 gr de mantequilla, a temperatura ambiente
140 gr de azĂșcar blanquilla
3 huevos
140 gr de harina con levadura
2 1/2 cucharaditas de café instantåneo disueltas en 1 cucharadita de agua caliente
55 gr de avellanas tostadas, picadas
Para el praliné:
55 gr de azĂșcar blanquilla
55 gr de avellanas tostadas
Para el glaseado:
300 gr queso mascarpone
170 gr de azĂșcar lustre, tamizado
1 cucharada de café instantåneo disuelto en 1 cucharada de agua hirviendo
Precalentar el horno a 180Âșc, engrasar 2 moldes circulares de 20cm. Batir la mantequilla y el azĂșcar hasta que la mezcla estĂ© cremosa; añadir los huevos uno a uno sin dejar de batir. Tamizar la harina sobre la mezcla de mantequilla y remover bien. Incorporar las avellanas y el cafĂ©, dividir la masa en los 2 moldes  y extender uniformemente. Hornear de 20 a 25 minutos hasta que los pasteles se doren y encojan al presionarlos ligeramente. Desmoldar sobre rejilla hasta que se enfrĂen. Para elaborar el pralinĂ©, forrar una placa de horno con papel sulfurizado. Poner el azĂșcar en un cazo de fondo grueso y calentar a fuego lento, sin dejar de remover, unos 5 minutos hasta que se haya derretido y adquiera un tono dorado claro. Añadir las avellanas y remover unos 30 segundos y, a continuaciĂłn, verter sobre la placa y dejar reposar unos 20 minutos.
Para el glaseado, batir manualmente el mascarpone, el azĂșcar y el cafĂ© hasta que la mezcla quede cremosa y homogĂ©nea. Esparcir menos de la mitad sobre uno de los pasteles frĂos y colocar encima el segundo pastel. Verter el resto del glaseado y trocear las avellanas caramelizadas y decorar el pastel.
Comentarios
cuando leà café caà a los pies de esta receta! adoro el café e imposible no amarlo mås en un pastel con esa pinta.