Vemos un rio empinado cuyas aguas bravas de color marrón debido a la lluvia de ayer, chocan bruscamente contra las piedras de distinto tamaño con un ruido ensordecedor parecído a las notas desafinadas de una pequeña orquesta de músicos aficionados.
Mientras conduzco lentamente el coche por el estrecho camino de monte, tengo que sortear algún que otro bache cubierto de barro.
Sonia, mi ayudanta me había prometido una comida debido a su cumpleaños aprovechando nuestro día libre.
Regresamos al hotel restaurante donde trabajábamos los dos situado más o menos a unos veinticinco kilómetros de este restaurante que ya dejamos atrás y del cual hemos disfrutado de una buena comida.
De pronto, el brillo destellante en los pendientes de Sonia en forma de diminutas almejas de oro, se dejan ver semi cubiertas por su larga cabellera. Ella se da cuenta de mi interés por aquella preciosidad ornamental.
-YA SABES SONIA, QUE LAS ALMEJAS NATURALES, SE PUEDEN CONSUMIR CRUDAS O COCIDAS. EN EL PRIMER CASO, DEBEN DE SER SUPERFRESCAS Y NUNCA PROCEDER DE AGUAS ALGO CONTAMINADAS-
Ella me contesta -TIENES RAZÓN, JOAN, UNA VEZ, EN UN BANQUETE DE BODA, COMI UNAS ALMEJAS QUE SABIAN COMO A PETROLEO-
-SEGURAMENTE ESTABAN AFECTADAS POR ALGUN VERTIDO PROXIMO A ELLAS, SONIA- Le contesté, y volví a recrear mi mirada por aquellas dos joyas inspiradas en estos moluscos que tan bien lucia mi amiga. Ella, me miró de forma sensual y sonrió.
Y ahora……..SALSA SEMI AGRIA
Una vez tengamos ya frío un pollo hecho al l´¨ast, le quitamos la piel y huesos. Lo cortamos a tiras gruesas poniéndolo sobre un lecho de Canónigos. Mientras tanto, en un bol, ponedme 3 yogures naturales con el zumo de ½ naranja, una cucharadita de cebolla bien picadita, 1 huevo duro, también picado, ¾ partes de aceite y ¼ parte de mostaza. Batiremos bien con las varillas manuales y distribuiremos un poco de esta salsa por encima de la ensalada.
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