Â
Â
En aquella cocina, tenÃa una gran responsabilidad al tener que llevar el timón del barco y de todos los que lo componÃamos. DebÃa motivar a todo el personal que estaba bajo mis órdenes aunque esta palabra nunca me ha gustado. TenÃa que ayudarles a resolver sus problemas derivados del trabajo que realizaban y a veces hasta de asuntos personales que me encomendaban para que les diera mi opinión al respecto. Cada servicio que hacÃamos tenÃa que ser mejor al anterior ya que siempre les decia. -- TENEMOS QUE SER IGUAL QUE LOS BUENOS PINTORES, NUNCA ESTAREMOS SATISFECHOS AL CIEN POR CIEN DE NUESTRA ULTIMA OBRA E INTENTAREMOS MEJORAR LA PRÓXIMA-
Muchas veces quedaba sorprendido al ver cuan rápidamente adquirÃan confianza en si mismos asegurándose de forma individual, ascensos y aumentos dentro de su trabajo en aquella gran cadena hotelera. La forma de dirigir aquella cocina por mi mismo, excedÃa muchas veces mis esperanzas más optimistas. Que bonito era ver, como entre todos formábamos una gran piña. Valeriano, un ayudante adelantado del cocinero Máximo se adelantó unos pasos del lugar donde limpiaba chipirones y me dijo.
Â
-CHEF JOAN. ¿TENGO QUE SACAR TAMBIÉN LA ESPINITA INTERIOR DE CADA UNO? ES QUE SI LO HAGO, NO TERMINARÉ EN TODA LA MAÑANA DE LIMPIAR ESTA CAJA- Mi respuesta fue inmediata y concisa.
Â
-¡ MIRA VALERIANO! NO HAY NADA MAAS DESAGRADABLE PARA UN CLIENTE E INCLUSO PARA NOSOTROS MISMOS, QUE ENCONTREMOS ESTA DICHOSA ESPINITA DENTRO DE LA BOCA  MIENTRAS DISFRUTAMOS DE ESTE SUCULENTO MANJAR SEAN, REBOZADOS, A LA PLANCHA, SALTEADOS O GUISADOS-
Â
Respuestas