"ESCUELA DE COCINA Y POSTRES JOAN VILLARÓ"
=V I V E N C I A S G A S T R O N Ó M I C A S=
ME HA GUSTADO VISITAR SIEMPRE FÁBRICAS
Siempre me ha gustado visitar empresas relacionadas con mi actividad. Fábricas de embutidos, empresas de aromas, sabores y condimentos, fábricas de pastas alimenticias y hoy me quedaba pendiente hacerlo en una granja marítima, por esto, estoy recreando mi vista contemplativa, mientras veo todo el proceso que hace mi gran amigo Marcel, responsable de estas complejas instalaciones. La actividad diaria de una granja marítima incluye, además de la alimentación, una gran labor de control y mantenimiento, ya que todos los días personal especializado baja al fondo para comprobar que los peces no tengan ningún problema y las redes estén perfectamente limpias. También, al analizar el agua, se controla la seguridad y la calidad alimentaria de los pescados como pueden ser la lubina, el rodaballo, la dorada, etc.
A la hora de la comida, y en un restaurante cercano, observo la dificultad que tiene una madre sentada en una mesa junto a la nuestra, al intentar hacer comer a su hijo una lubina de ración y entonces pienso lo importante que es para él, esta fuente de nutrientes y proteínas de alto valor biológico, así como su variado y significativo contenido en minerales y ácidos grasos como el omega-3 .
El enfado y los gritos del niño eran descomunales, confundiéndose aquella serenata estridente, con la sirena de una ambulancia que pasaba en aquellos momentos por la calle y que tanto yo, como mi amigo Marcel, divisamos a través, del ancho ventanal del comedor. Al final, solo probó un poco del pescado, siendo su madre la que hizo el resto.
De todas formas, hay que reconocer que si lo comparamos con un pescado criado en estado salvaje, el sabor quizás es algo más flojo. Esta es la opinión que compartimos tanto Marcel, como yo mismo.
Y ahora....LUBINA A LA PLANCHA CON SALSA ESPECIAL
En el vaso del turmix, trituraremos todos estos ingredientes que luego pondremos 'ligeramente' sobre el pescado recién hecho: 9 cucharadas de tomate frito, 4 cucharadas de leche, 7 cucharadas de aceite de oliva, ½ cucharada de vinagre de sidra junto con 1 rebanada de pan frito, 1 manzana asada sin piel, 1 cucharada de membrillo, 4 dientes de ajo fritos, perejil picado y, por último, sal y una pizca de pimienta blanca. Si nos queda una salsa muy espesa la aligeraremos con mas aceite no olvidándonos de darle un puntito de vinagre en su sabor pero sin pasarnos, para no distorsionar el conjunto de la salsa en cuestión.
Recordad que de esta salsa especial, hay que poner muy poca por encima del pescado, sea lubina, merluza, o rape.
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