En este restaurante, a los clientes les daban la oportunidad de conocer todos los interiores por mas escondidos que estuvieran, de la cocina en cuestión. Dejaban abierta de par en par las puertas de acceso, sin esconderles ningún detalle, y si habÃan pocos clientes en el comedor, les dejaban presenciar el trabajo que estábamos realizando todo el equipo perfectamente sincronizado conociendo el trabajo que cada uno hacia. Para los clientes, aquello era una verdadera pelÃcula de acción donde a paso ligero se desarrollaba eficazmente todo el trabajo de forma global. Eso si, os lo repito, no todos los dÃas se habrÃan las grandes puertas de vaivén para poder contemplar aquel fascinante espectáculo en directo, ya que cuando los comedores estaban más que repletos de clientes ansiosos por probar las exquisiteces que nosotros les ofrecÃamos, no se permitÃa más gente dentro de la cocina para no entorpecer la buena marcha del servicio del dia. Es comprensible, ya que si nó, los clientes espectadores interrumpirÃan inevitablemente el paso del ir y venir constante de los camareros desde el comedor hacia la cocina, como también el tránsito continuo de los cocineros y cocineras.
Ahora vamos a preparar.......PLATANOS BIEN ACOMPAÑADOS.
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 Partiremos a lo largo, 4 plátanos muy grandes. Con una cucharilla de café, los vaciaremos formando como una cajita (los plátanos deben ser cuando más grandes mejor, recordadlo). Se rellenan de mermelada de albaricoque con trozos muy pequeños de melocotón en almÃbar.
Los rociamos con caramelo liquido y bordeamos el plato con nata montada con trozos muy pequeños de turrón de Alicante molido por encima. El molinillo de café os servirá.
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